«Esa Pastora vale un imperio» El legado de Pastora Imperio en el baile flamenco

Su nombre de pila fue Pastora Rojas Monje, una bailarina y bailaora sevillana de origen gitano nacida en Sevilla en el año 1989 y fallecida en Madrid en el año 1979.

El arte de Pastora Imperio fue novedoso y diferente para la época, hija de la mítica cantaora y bailaora Rosario Monje ‘La Mejorana’ y del sastre de toreros Víctor Rojas. Pastora estudió en la academia de Isabel Santos (Madrid), ya que -según recoge el Diccionario Enciclopédico Ilustrado del Flamenco de José Blas Vega y Manuel Ríos Ruiz- su madre siendo bailaora no le quiso enseñar y su padre se oponía a que su hija, siguiera el mismo camino que su esposa a la que ya había logrado retirar de las tablas, pero en palabras de la propia Imperio, todo lo que sabía se lo debía a su madre, como la gracia del braceo, uno de los elementos estéticos más admirados de su baile, dotes que ella misma afirmaba haber heredado. Según José Navarro (2008) «La Mejorana» fue una bailaora efímera, por su trayectoria artística que apenas se resumió en unos años, debido a, entre otras cosas, su matrimonio con tan solo 19 años.

Entre las aportaciones más importantes de Rosario Monje madre de Imperio, se pueden enumerar: la atribución del ser la primera persona en usar una bata de cola que adornaba con un mantón de manila, tradición que aún se conserva entre las bailaoras, la primera en levantar los brazos más allá de lo habitual o ser una de las primeras maestras del baile por alegrías. Su estilo de mover los brazos y las manos pasaron a la historia como modelo del buen braceo flamenco. (p. 314)

José Navarro (2008) señala a Pastora Imperio como una artista de variedades, debido a que su debut y posterior profesionalización fue en este formato. Con 16 años se estrena en el Salón Japonés (Sevilla) gracias al empresario amigo de la familia Pepe Fernández, en este lugar el escritor Jacinto Benavente exclamo: “¡Esta Pastora vale un imperio!” bautizándola para la posteridad con nombre que la llevaría por los escenarios.

Luego de recorrer toda España con su garrotín, sus tangos y farrucas a Imperio España se le queda pequeña, por lo cual emprende una gira que la llevaría a recorrer los escenarios de México, Cura, Argentina. (Navarro, 2008)

Corrí ala segunda década del siglo XX cuando los gustos de la sociedad española y europea comenzaban a cambiar, los típicos cafés cantantes se convertían en “music-hall” y el público ya no buscaba el arte como forma ilustrada sino como mera diversión. Ante este escenario nace, según JoséNavarro (2008) el espectáculo de variedades: “..las alegrías dejaban paso al can-can francés y las parodias taurinas eran sustituidas por la búsqueda de las pulgas u otros numeritos más o menos sicalípticos. Ahora, por encima de cualquier consideración artística se rinde culto a la belleza femenina y LaBella Otero, La Bella Chelito o La Fornarina acaparan la popularidad que antes habían disfrutado las bailaoras flamencas. Hay alguna que cede ante las demandas del público y termina mostrando sus carnes”. (p. 12)

Ante este escenario tan desalentador, de entre las cenizas de aquella época dorada del flamenco, renacen Pastora Imperio y Manuel de Falla, este último inspirado en ella crea una obra hecha a su medida y la titula “El Amor Brujo, Gitanerías, basando su relato en una historia de amor y desamor entre personas de origen gitano, con sonidos y música que transportan al espectador a las antiguas cuevas del Sacromonte en Granada, una trama llena de fuego, hechizos y conjuros con la que Pastora Imperio no solo pasó a la historia por haber dejado los cimientos para la creación del Ballet Flamenco (Navarro, 2008), también le devolvió a este arte el derecho de volver a ser representado en los grandes teatros y coliseos del mundo.

Poco a poco Pastora se fue retirando de las tablas para dedicarse a su tablaola Venta El Duende, donde atendía a sus amistades y en alguna que otra ocasiónpresentaba sus bailes ymontaba coreografías a las jóvenes bailaoras que amenizaban el ambiente. Entre ellas se puede destacar a una de sus alumnas más importantes y heredera de su estilo y gracia particular, Matilde Coral.

“La Escuela Sevillanade baile en realidad nace con Pastora Imperio. En ella cristalizan los modos y maneras que son hoy rasgos característicos de este estilo y ella fue la fuente de la que bebieron cuantas han hecho posible que esta escuela haya llegado hasta hoy” (Gómez, 2011).

Por Margaret Torres

Sevilla 2020

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